
Cómo mandar a la gente al carajo
«¡Fuera de mi vida! ¡Desaparece! ¿Cuántas veces han pasado por su mente expresiones como estas sin que se haya atrevido a pronunciarlas ni siquiera de la manera más diplomática? Piense por un momento, ¿cuántos deseos ha tenido de patear el trasero de un jefe impertinente y autoritario o de lanzar fuera de su horizonte a una pareja cuyo único objetivo en la vida parece ser el de amargarle la suya?
En fin, ¿cuántas veces ha soñado con mandar a una cantidad de gente al mismísimo carajo y disfrutar de su libertad para elegir lo que de verdad quiere hacer? De eso trata este libro: de aprender a ejercer su derecho a ser libre y de encontrar alternativas para deshacerse de los obstáculos que se oponen a su alegría, a su independencia y, especialmente, a su tranquilidad.»
Comentarios
Es un derecho vital deshacerse de las personas que nos molestan y nos impiden realizar nuestra vida. Para ello propone, antes de decidir cómo mandar esa gente al carajo (esta palabra designa un sitio donde se enviaban al palo mayor de los barcos de vela, por mal comportamiento), debe autodefinirse con la pregunta. ¿Quién soy yo? dándose una definición personal de su identidad. Sus gustos, valores, vivencias. Ud. es lo que alguien quizás le impide ser. Atrévase a ser y asumir ese reto. Entiéndase consigo mismo, metas personales y prepárese a patear traseros indeseables, le aseguro que no se arrepentirá. No tenga miedo de quedarse solo, ya encontrará otra persona; pero si ya tiene 78 años y ha soportado siempre, quédese así. De que le sirve esa experiencia si ya es tarde. Aprenda antes a poner en práctica a tiempo cómo desechar malas compañías, ahorrarse el sufrimiento. Fórmulas para detectar el peligro: [Seguir leyendo]
(Escrito por: Lic. Venus Nava)
«Utilizar el humor ácido y el ingenio, mezclado con la elegancia en los modales, para enseñar a su público a deshacerse de todo aquél personaje molesto, insidioso o decididamente insufrible que se cruce en sus vidas, del modo más sutil pero firme posible.»
(Escrito por: Lola Romero Gil)