¡HAGA ALGO AL RESPECTO!
¿Cuántas veces al día se descubre usted rumiando maldiciones o pateando las paredes con impotencia, por las arbitrariedades de que ha sido víctima?
¿Con qué frecuencia termina trasegando pastillas antiácidas, para calmar los ardores causados por las actuaciones de un irresponsable a quien le importa tres cuernos la paz de los demás?
Y más aún, ¿qué tanto logra con desahogarse exponiendo sus quejas en las redes sociales, como no sea liberar un tanto la energía negativa que más tarde y sin dudarlo, volverá a regenerarse?
A pesar de lo que digan los gurús del New Age o las sublimes consignas poéticas que cada tanto aparecen por ahí para pedirnos calma y confianza en los designios del Universo, lo cierto es que apagando el fuego de nuestro enfado no pondremos el límite que necesitamos para sentirnos libres de atropellos y dueños de nuestro destino.
Mi experiencia, tanto a nivel personal como profesional, es que la rabia es una emoción tan válida como cualquier otra; pero hay que saberla usar. Agredir, ofender o comerse uno por dentro son las formas tradicionales de desperdiciar una fuerza que debería ayudarnos a transformar nuestra vida.
A eso nos han enseñado en casa y reforzado luego en una sociedad, que tampoco parece un dechado de sabiduría en el campo de las relaciones humanas. En cambio, canalizar los sentimientos rabiosos por vía de la racionalidad inteligente, sí que puede darnos mejores resultados.
La consigna general vendría a ser entonces: Si algo le molesta, ¡haga algo al respecto!, pero con sensatez. Esto quiere decir que utilice su enojo para analizar las situaciones adversas e intentar acciones efectivas, en lugar de destruirse los puños golpeando paredes o vengar sus frustraciones pateando a un pobre perro callejero.
En caso de agotar todas sus posibilidades sin lograr modificación alguna en lo que le incomoda, ¡resígnese y aguante el chaparrón! A lo mejor está pagando un karma ancestral o aprendiendo una lección que le mandan desde lo más alto de las estrellas.
De ser así, ¡alégrese!… en su próxima vida será una persona -o un animal- más feliz.
(¿Le produce rabia este tipo de recomendaciones? ¡Haga algo al respecto!).
3 COMENTARIOS
Disculpe que lo tutee, pero que bueno eres Cesar Landaeta! De verdad que este artículo es brutal. Gracias, me sienta de cu… en este momento jaja
Disculpe que lo tutee, pero que bueno eres Cesar Landaeta! De verdad que este artículo es brutal. Gracias, me sienta de cu… en este momento jaja
Hola.
Gracias por tutearme..ja..ja… Me alegra saber que ese artículo te ha llegado a la consciencia. Ojalá leas otros y también te gusten. Gran abrazo.