
¿Te has inventado un problema o lo tienes en…
Una de esas frases tontas que intentan sonar sabias, dice lo siguiente:
«No te preocupes…Ocúpate».
No sé tú, pero lo que soy yo, quedo patitieso cada vez que la leo o cuando un(a) amigo(a) me la dispara a quemarropa, así como si me estuviera dando la clave mágica de la felicidad.
Sin duda, el juego de palabras funciona de maravilla aun cuando confunda un poco las cosas.
Transformar la idea de hacer algo (lo que sea) en un método infalible para aliviar la ansiedad provocada por cualquier circunstancia adversa, es de una creatividad digna de Góngora o Rubén Darío.
Así, apelando al narcisismo más elemental, los juguetones filósofos de la autoayuda te califican como una especie de ser sobrenatural capaz de obrar milagros; aunque, eso sí, algo descuidado con tus poderes.
¡Y tienen razón!, si necesitas a un gurú para recordarte que con solo mover un dedo sales de penas, entonces el problema eres tú. ¿No te parece?
Lo cierto del asunto ―y sarcasmos aparte―, es que las técnicas motivadoras que se emplean hoy en día fallan en dos planos básicos y esenciales:
- Manejar adecuadamente el lenguaje (Las letras que componen Pre en «Preocuparse» no tienen nada que ver con un prefijo que afecta a «Ocupación») y
- Diferenciar lo que vendría a ser un problema creado en la mente como parte de un proceso neurótico de otro que ocurre en el plano REAL.
Para no entrar en disquisiciones agobiantes, solo me limitaré a decirte que en el primer caso tendrás que darte cuenta por ti mismo de lo que te sucede o solicitar una consulta psicoterapéutica.
En cambio, el segundo requiere de una valoración más cercana y adecuada. Si está en tu poder (el verdadero poder humano, limitado como es) resolver lo que te aqueja, entonces sí tendrás que hacer algo al respecto; pero ¿qué tal si la solución depende de otro o si las dimensiones del problema son enormes y estás incapacitado para superarlas?
¿Cómo te «ocupas»? ¿Puedes de verdad apartar la ansiedad ¡lógica! que se eleva tanto en tu mente como en tu cuerpo y anestesiarte? ¿Será bueno que te aísles en un episodio esquizofrénico negador y corras a hacer alguna tarea que te relaje?
Pidiendo la benevolencia de los adictos a las ingeniosas fórmulas del New Age y la Autoayuda, no puedo evitar decirles:
―¡Váyanse al carajo con sus frases hechas y déjenme angustiarme como es debido!
Ya veré yo si me hundo en un marasmo desesperado o si más bien aprendo de mis avatares personales y crezco hasta alcanzar el tamaño de un adulto responsable.
Gracias por la diversión.